Sistemas de regulación y control: sensores crepusculares

Dentro de los sistemas de regulación y control, los sensores crepusculares permiten detectar la cantidad de luz existente en un ambiente para poder regular la luz cuando llega a un determinado nivel. Así, se dispone siempre de la cantidad exacta de luz necesaria para desempeñar una tarea sin derrochar energía.

Sistemas de regulación y control: sensores crepusculares

Supone una forma de ahorro energético, pero también ayuda a mejorar el ambiente en el que nos desenvolvemos, ya que se evita el exceso de luz que puede afectar negativamente a las personas y aumenta el confort.

La iluminación permite crear escenas y atmósferas que afectan directamente a nuestras sensaciones y emociones. Cambia la percepción del entorno y la experiencia, por eso es tan importante cuidar la luz en todo tipo de ambiente.

Encendidos y apagados automáticos

Este tipo de sensor también se utiliza para controlar los encendidos y apagados de la luz según aumenta o disminuye la luz a lo largo del día. Así, las luces se encienden o apagan en función de la luz natural existente.

Resultan muy útiles y cómodos en espacios exteriores como terrazas, jardines, entradas, pero también en escaparates o entradas.

Funcionamiento de los sensores crepusculares

Estos sensores de instalan y configuran de manera fácil. Solo hay que colocarlos estratégicamente para aprovecharlos al máximo. No debe recibir luz directa del exterior ni del interior, sino más bien una luz representativa del entorno que lo rodea.

Detectan la presencia de luz ambiental y se utilizan para encender y apagar las luces automáticamente en función de la cantidad de luz ambiental disponible.

En general, se conectan a la red eléctrica, pero también hay modelos que funcionan con batería.

Este tipo de sensor puede combinarse con otros, como los de presencia para que el nivel de luz sea mayor en función de la ocupación del espacio.

Ventajas de los sensores crepusculares

Además de la comodidad de olvidarnos de los encendidos y apagados y del confort que ofrece disponer de la cantidad de luz necesaria, este tipo de sistemas mejoran la seguridad, ya que la luz actúa como elemento disuasorio.

El ahorro energético, el cuidado del medio ambiente  y el ahorro económico completan las ventajas que deberían incitarnos a utilizar los sistemas de regulación y control. De este modo, se consigue un nivel de iluminación óptimo y un uso más eficiente de la energía, sin derroches innecesarios.

Este tipo de sistemas permite hacer un uso mucho más eficiente de la energía, ya que se adapta la potencia de las luminarias a la las necesidades reales de luz, ya sea para realizar tareas concretas o para crear ambientes y atmósferas específicas.