Nociones básicas para iluminar un espacio
Cuando una habitación está bien iluminada se nota. Aunque no sepamos muy bien por qué hace que nos sentimos a gusto o incómodos.
La razón es que una buena iluminación tiene efecto en el aspecto de cualquier espacio. La sensación que nos produce la luz genera una emoción que nos llevará a una acción.
La iluminación influye en cómo vemos y cómo nos sentimos en un espacio. Hace que sintamos que un lugar es acogedor o simplemente que parezca la consulta del dentista o una carnicería con luz blanca cegadora.
La explicación es que la vista es nuestro sentido dominante y la visión es la interpretación de nuestro cerebro de la luz visible. La iluminación de una vivienda o negocio afectará la manera en que se sientan las personas que estén en ellos.
Aunque normalmente nos pasamos por alto o lo hacemos de manera apresurada, el planteamiento y estudio previo de la iluminación son absolutamente imprescindibles porque no es tan fácil encontrar el tipo de luz adecuado.
Luz natural
Lo primero es tener en cuenta la luz natural, ya que debe combinarse con la luz artificial que pongamos. La luz solar también influye en nuestro estado de ánimo y por ello hay que aprovecharla al máximo. Antes de colocar una lámpara, hay que pensar en cómo la luz del sol está entrando en la habitación.
Si hay poca luz natural también podemos recurrir a pequeños trucos como utilizar superficies reflectantes, colocar espejos en una pared adyacente a una ventana o utilizar elementos textiles más ligeros.
Los colores también influyen en iluminación: los blancos, azules y verdes ayudan a reflejar la luz y hacen que una habitación parezca más grande, los rojos, grises, naranjas y los colores oscuros tienden a absorber la luz solar y hacen que el espacio parezca más pequeño.
Luz artificial
Para crear un ambiente confortable hay que crear capas de iluminación, es decir, hay que poner luz en distintos niveles combinando los distintos tipos de iluminación: general, de ambiente y la puntual o de acento.
Si solo se utiliza una iluminación general -que normalmente viene del techo-, se obtendrá un resultado plano.
Si la luz es escasa, quedarán zonas en penumbra, mal iluminadas y llenas de sombras. Si es excesiva, tendremos la sensación de estar en un almacén.
Los seres humanos somos muy sensibles a la luz. Los espacios oscuros o en los que es difícil ver pueden causar molestias o incluso ansiedad. Un exceso de luz nos deslumbrará y nos mantendrá en estado de alerta.
Iluminación general
La iluminación general es la que proporciona luz uniforme a todo un espacio. No hay que fijarse solo en la intensidad de la luz, sino en su correcta distribución para que no queden áreas sin luz.
Las zonas en sombra –hacen los espacios parezcan más pequeños de lo que son. Esto suele suceder cuando se recurre a un único punto de luz en el techo que no llega a iluminar las esquinas.
Una buena solución para la iluminación general es la iluminación a través de foseados en paredes y techos. Este tipo de iluminación ayuda a definir los espacios y a ganar amplitud, y puede combinarse con focos y otros tipos de luminaria.
Las luces orientables son muy útiles, ya que permiten dirigir la luz de manera homogénea.
Un truco para que no caer en un exceso de luz o en deslumbramientos molestos es utilizar luz difusa y también luces indirectas.
Una luz demasiado intensa no nos hará ver mejor y puede resultar molesta.
Luz de acento
Es la que se utiliza para resaltar o acentuar un elemento concreto o un detalle constructivo. Es una luz directa dirigida hacia dicho elemento para atraer la mirada hacia puntos concretos.
Iluminación ambiental
La iluminación ambiental proporciona una atmósfera agradable, ideal para relajarse y disfrutar del espacio. La luz ambiental tiene que ser cálida y con una reproducción cromática alta.
Las luces auxiliares, como sobremesas, pies o lámparas portátiles, proporcionan una lux suave y contribuyen a crear estos espacios relajantes.
Luz para trabajar
En habitaciones destinadas a estudio, en la cocina o incluso en el espejo del baño se necesita una luz más intensa y focalizada para realizar tareas específicas.
Combinación de los distintos tipos de luz
El uso de distintos tipos de luz crea un efecto de capas de luz que se combinan y complementan para conseguir la ambientación deseada y que se puede cambiar y modificar según el momento del día.
La luz crea volúmenes, delimita y amplía visualmente los espacios, dirige la atención y ayuda a crear ambientes relajados y distendidos.
Como se puede ver una buena iluminación es más que colocar un par de lámparas. Eso sí, con un buen planteamiento, cualquier habitación puede beneficiarse de una gran iluminación.