Detalles a tener en cuenta para la iluminación industrial de naves y almacenes
A la hora de realizar un proyecto para la iluminación industrial de naves y almacenes, lo fundamental es crear un ambiente lumínico uniforme y evitar, sobre todo, sombras y deslumbramientos.
Una iluminación adecuada puede ser fundamental para evitar posibles accidentes laborales y lesiones y garantizará crear el entorno de trabajo adecuado.
Aspectos de obligado cumplimiento
En cualquier manual de prevención de riesgos laborales, en el apartado de iluminación de grandes superficies de trabajo, se incluye una serie de recomendaciones de obligado cumplimiento. Aspectos a tener en cuenta que ayudarán a construir un ambiente lumínico adecuado para el desempeño de las diferentes labores a realizar.
Luz suficiente
Una mala iluminación puede provocar en los trabajadores cansancio y fatiga visual, tanto si contamos con menos luz de la necesaria como si, por el contrario, pecamos por exceso.
Es conveniente contar con una luz uniforme y que no se generen espacios de oscuridad o mal iluminados.
Evitar deslumbramientos y sombras
Evitar que se produzcan estos efectos es esencial y, para ello, se recomienda elegir tonos mates para los elementos de trabajo, así como utilizar pantallas para que la luz se difumine y no deslumbre.
Para evitar las sombras, conviene colocar las fuentes de luz arriba, pero no encima de los trabajadores.
Temperatura de color
Los expertos inciden especialmente en este aspecto, ya que el tono de la luz repercute en la fatiga de los trabajadores, que han de pasar varias horas en el centro de trabajo.
Se recomienda usar el blanco frío (6.000-6.500 k) para lugares en los que se vayan a realizar tareas minuciosas, ya que ayuda a que la vista no se canse y permite que los colores sean más vivos; y el blanco natural (4.000-4.500 k) en espacios donde sea necesario ver los colores tal y como son, ya que se trata de una luz completamente blanca.
Evitar parpadeos
Se conoce como efecto flicker y puede generar distracción, fatiga visual y accidentes. Se produce, sobre todo, cuando se utilizan fluorescentes, que generan este efecto cuando están a punto de consumirse. Para acabar con este problema, basta con usar iluminación LED, que no produce este efecto y, además, incide en el ahorro de energía, por lo que optimiza los costes.
Iluminación para tareas especiales
Hay que distinguir entre la luz general, que es aquella que ha de iluminar todo el centro de trabajo, y luz directa, que incide sobre el trabajador y va a depender del tipo de tarea que vaya a realizar.
Existen algunos estudios realizados por expertos, en los que se aconseja la intensidad que ha de tener la iluminación, dependiendo de cada tarea:
- Tareas sencillas e intermitentes (100 a 300 luxes).
- Tareas moderadamente prolongadas y con contrastes medios (300 a 750 luxes).
- Tareas severas y de poco contraste (700 a 1.500 luxes).
- Tareas muy severas y con detalles minuciosos (1.500 a 3.000 luxes).
- Tareas excepcionales y de elevada complicación (3.000 a 10.000 luxes).
Otras cuestiones a tener en cuenta
La distribución es también otro aspecto que conviene tener en cuenta. Es recomendable colocar interruptores para poder encender o apagar determinadas zonas y, de esta forma, ahorrar energía.
De la misma manera, hay que ser conscientes de que la altura de los techos de la nave o del almacén que vamos a iluminar va a incidir en su colocación.
En techos con más de cinco o seis metros, es conveniente usar un ángulo de apertura reducido, para que la luz llegue en las condiciones adecuadas a los centros de trabajo; mientras que, en techos con dos o tres metros de altura, es posible optar por un ángulo de apertura más amplio, de hasta 120°.