La búsqueda de la eficiencia energética está generando un importante avance en cuanto a los sistemas de control y regulación de iluminación.
Existe una clara concienciación social de la problemática que supone un uso inadecuado de la energía.
La necesidad de ahorro ha provocado un aumento de la concienciación sobre la importancia de utilizar sistemas de ahorro energético.
En lo que a iluminación y alumbrado se refiere, estos sistemas se denominan de control y regulación, y sirven precisamente para regular el uso de la luz de una manera inteligente. Es decir, que sólo se use la iluminación instalada cuando sea necesario.
Muchas de las tecnologías que vamos a explicar a continuación ya forman parte de nuestro día a día. ¿Quién no ha ido a un restaurante cuyo aseo utiliza sensores de movimiento para activar la luz?
Este tipo de sistemas aportan una serie de ventajas tanto al usuario como al restaurante que son irrebatibles. De ahí que los sistemas de regulación y control de alumbrado se estén implantando con éxito.
Siguiendo con el ejemplo anterior, el restaurante no tendrá un sobre coste energético derivado de que alguno de sus clientes se deje la luz del baño encendida. Si no hay movimiento en éste, el circuito se cerrará y la luz permanecerá apagada.
El cliente, por su parte, no tiene que molestarse por buscar un interruptor. Sólo con su presencia activará los sistemas que le permitirán ver con normalidad, siempre que los sensores estén convenientemente instalados.
Las ventajas, por tanto, son claras. Pero, ¿qué otros sistemas hay además del mencionado? ¿Qué opciones existen en el mercado con sistemas de iluminación controlados o regulados?
Tecnologías de alumbrado regulado y controlado
Reguladores de potencia. Existen dispositivos que permiten la regulación de la luminosidad en función del toque que realicemos sobre el regulador. Este tipo de accionadores se denominan Touch Control y, en función del modo en el que interactuemos con el interruptor, obtendremos una u otra respuesta lumínica por parte de la instalación.
Por ejemplo, si mantenemos pulsado uno de los interruptores de encendido, la potencia de luminosidad será mayor que si lo mantenemos activado durante menos tiempo.
Un simple toque, puede aportar un 100% de luminosidad, mientras que la mencionada interacción con el interruptor (manteniéndolo pulsado durante varios segundos), nos hará variar entre un 0% y el 100% de potencia de luz.
Este tipo de dispositivos requieren de una interactuación por parte del usuario. Aunque existen otros, como los sensores de movimiento, que no requieren de intención para activar el alumbrado.
Los detectores de presencia o sensores de movimiento son los más conocidos. Aunque también existen otros, como los sistemas con temporizador, que requieren de una interactuación parcial por parte de la persona.
Sistemas con temporizador. Sí tendrá que encender el sistema de alumbrado, aunque no tendrá que apagarlo, gracias a la figura del temporizador. Gracias a él, a partir de un tiempo establecido, el sistema apagará las luces sin necesidad de una nueva intervención por parte del usuario.
Este tipo de sistemas de iluminación de control suelen ubicarse en zonas de paso, nunca en áreas de trabajo o en zonas en donde se requiere una visibilidad constante de calidad para desempeñar ciertas funciones, ya sean laborales o de ocio.
Dentro de los reguladores de tiempo, también existen controladores de horario y fecha. Imaginemos que una determinada zona de trabajo requiere de una luminosidad concreta durante ciertas horas del día.
Pero también hay días en los que no se trabaja, de manera que con estos reguladores podremos establecer horas, y también fechas concretas, en donde no queremos que la luz se active. O viceversa, momentos en los que queremos que se apague.
Sistemas de aprovechamiento de luz natural
Este tipo de instalaciones también se han desarrollado al amparo de la necesidad de contar con sistemas energéticos eficientes. Como hemos comentado en otros artículos y análisis, una buena instalación requiere de un estudio y aprovechamiento máximo de los recursos que nos ofrece la luz natural.
De hecho, la legislación establece la obligatoriedad de utilizar, en primera instancia, la luz natural. Sólo debemos aplicar sistemas de alumbrado artificial en el momento en el que sea estrictamente necesario.
En esta línea, surgen los sistemas de aprovechamiento de luz natural, que emiten un haz de luz de intensidad variable, en función de la luz natural presente en un habitáculo. Dicho de otro modo, una habitación que utiliza esta instalación, contará con sensores que miden la luminosidad que está aportando la luz natural.
Si ésta desciende, se activarán los sistemas de luz artificial que compensarán las necesidades de luminosidad de esa sala.
Tecnología DALI
Este sistema se incluye actualmente en diversas tecnologías de alumbrado, que vienen específicamente señaladas con el término DALI.
Permite configurar prácticamente cualquier necesidad lumínica, desde una central digital que emitirá las órdenes que necesitemos.
La versatilidad es tal, que no sólo se utilizan para oficinas, sino también para comercios, espectáculos y múltiples aplicaciones especiales que requieren de un máximo control lumínico.
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