Consejos para la iluminación de escaparates

Ya hemos visto que la iluminación es uno de los elementos básicos para que un negocio resulte atractivo.

Consejos para la iluminación de escaparates

La imagen, el ambiente y las sensaciones que queremos transmitir cobran vida gracias a la puesta en escena de todos elementos que conforman nuestra imagen de marca. Aprovechamos las formas del espacio y usamos los colores, la decoración, las texturas, el olor y la iluminación para provocar esas sensaciones.

La luz tiene la capacidad de influir en el estado de ánimo y favorece la interactuación con la marca.

Uno de los objetivos  del escaparate es generar sensaciones: elegancia, distinción, higiene, belleza, juventud, seguridad…, que se refuerzan gracias a la luz.

Las sensaciones nos generan emociones que nos llevan a la acción.

El escaparate es el elemento que despierta la atracción en primer lugar. Sirve de llamada y guía hacia la entrada. El escaparate invita a entrar, ha de destacar entre el resto de los locales y llamar la atención de un vistazo.

Un escaparate con una mala iluminación estropea el conjunto y hace que lo expuesto tenga una apariencia peor, incluso barata.

Equilibrio de luz

Las posibilidades de uso de la iluminación artificial en un escaparate son infinitas y dependen del tamaño del escaparate, la luz natural existente, el efecto que se quiera crear, lo que se quiere escenificar…

Por ejemplo, si no hay una separación entre el escaparate y el resto del local, el escaparate puede tener más luz que el interior para destacar y crear ambientes diferentes. Para ello podemos utilizar una luz diferente a la del interior y algo más de potencia. En este caso, siempre tendremos que considerar también la luz que ilumina el escaparate desde el interior.

Si el escaparate recibe mucha luz natural, habrá que poner algo más de luz en él para lograr que destaque.

También hay que considerar la luz artificial exterior, es decir, la de los letreros y la fachada.

El color y la intensidad de la luz elegida ayudarán a crear espacios más o menos íntimos. La dirección y el ángulo de la luz ayudan a jugar con las sombras para resaltar el producto.

En escaparates conviene utilizar ángulos muy focalizados entre 10° y 24°.

En líneas generales, es importante no abusar de un exceso de luz o de una iluminación demasiado blanca que desvirtúe lo expuesto.

Soluciones de iluminación

Los focos orientables de empotrar o de superficie permiten dirigir el haz de luz hacia los objetos expuestos, paredes o planos verticales. Son aconsejables cuando no hay demasiada altura.

Si la luz se dirige hacia una pared o superficie vertical conseguiremos que ésta rebote. La luz dirigida ayuda a resaltar los productos expuestos.

Recuerda que si se mantiene la luz directamente hacia abajo, sin orientar,  permite enfocar directamente un objeto y aumentar su simetría. Dará lugar a sombras duras que ayudan a modelar los volúmenes y conseguir efectos dramáticos.

Los carriles de focos son muy útiles porque permiten cambiar la posición del foco según sea la composición del escaparate. Además, hay una gran variedad de modelos y colores para elegir.

Los focos van instalados en un carril electrificado lo que permite aumentar o disminuir fácilmente el número de focos instalados y reemplazar las lámparas para cambiar la tonalidad de la luz según el efecto que queramos conseguir o la estación en la que estemos.

Los carriles de focos pueden instalarse también en los laterales e incluso en el suelo del escaparate.

Colocados en los laterales aportan la luz necesaria para que no queden espacios sin iluminar ni sombras no deseadas. La luz lateral ayuda a destacar la forma de los objetos, ya que resalta su volumen y sus formas.

Nuestra recomendación es disponer de fuentes de luz que se puedan mover y dirigir a lo largo del escaparate. También es una buena idea tener algún enchufe para poder incorporar elementos de iluminación.

Iluminación oculta o indirecta. Una buena opción es recurrir a líneas de luz empotradas para iluminar sin que se vea la fuente de luz.

Tiras led y perfiles. Son un recurso habitual muy efectivo. Hay que tener cuidado en ocultar dentro de lo posible la fuente de luz o por lo menos evitar que se vean los puntos de luz con un difusor.

Luminarias decorativas. Se instalan como elementos complementarios a la iluminación propia del escaparate. Pueden ser también cajas de luz, paneles luminosos o iluminación incorporada en elementos del propio escaparate: escaleras con luces, aros de luminosos, etc.

Sistemas de regulación y control de la luz. Estos sistemas nos ayudarán a programar las escenas para que vayan cambiando los encendidos o la intensidad de la luz a lo largo del día.

Sea cual sea la solución elegida, la diferencia está también en  la distribución y orientación de las luminarias.

Luces y sombras

La luz muy directa produce sombras fuertes y duras con un efecto más dramático y agresivo.

La luz indirecta produce sombras tenues y suaves, que resultan más naturales y ayudan a apreciar mejor los colores y objetos.

Combinar la luz que viene de distintos planos ayudará escenificar y transmitir el mensaje.

Las sombras ayudan a definir el espacio y conseguir efectos como una mayor o menor profundidad o cambios en la percepción de los colores.

Temperatura de color versus IRC

Una luz blanca fría reproduce los colores de manera real, pero también transmite una mayor frialdad y si es excesiva resulta poco elegante. En cambio, una luz blanca más cálida da un resultado más natural.

En este caso, frente a la temperatura de color, es más importante que la fuente de luz reproduzca bien los colores, es decir, que tenga un IRC o índice de reproducción cromática alto. La elección del tono -frío o cálido- pasa a ser algo más subjetivo, aunque la recomendación es ir a los tonos cálidos o neutros.

En cualquier caso, la luz nos ayudará a transmitir el mensaje y la imagen que deseamos y a hacer más atractivos estos espacios.

Contacta con nosotros para más información.

Contacto